sábado, 26 de noviembre de 2011

Génesis 31:14-16. Nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio

Resulta interesante que tanto Raquel como Lea estuvieron
de acuerdo en que Jacob tenía razón en
dejar a Labán. Ellas también indicaron que no habían
recibido nada de su padre, a causa de que era codicioso.
Un comentarista explicó la amargura de ellas:
La dote era parte importante en el matrimonio.
Lo vemos primeramente en el hecho de que Jacob trabajó
siete años para Labán a fin de ganar una dote
por Raquel (Genesis 29:18). La paga por este servicio correspondía
a la novia como dote de ella, y Raquel y
Lea podían hablar con indignación al decir que habían
sido vendidas por su padre porque él se había
quedado con esta dote (Gn. 31:14,15). La dote era el
capital de la familia; representaba la seguridad económica
de la esposa en caso de divorcio, si el esposo
era el que cometía la falta . Si ella estaba en falta,
perdía legalmente . No la podía traspasar a sus hijos.
Se cree que una dote normal equivalía al salario de 3 años de trabajo.
La dote representaba fondos provistos
por el padre del novio, o por el novio por
medio de su trabaj o, y era usada para asegurar la
vida económica de la nueva familia. Si el padre de
la novia añadía de lo propio a esto, era privilegio
suyo hacerlo y también era la costumbre, pero la dote
básica provenía del novio o de su familia. La dote
era en esa forma la bendición del padre sobre el casamiento
de su hijo, o una prueba del carácter del joven al trabajar por la misma.